domingo, 21 de abril de 2013

FANTASMA CAPTADO EN EL CHAVO DEL 8

El Chavo del Ocho a pesar de los años sigue demostrando que tiene muchos secretos en su haber, y este es sin duda uno de los que menos nos podíamos esperar. Nada más y nada menos que un fantasma fue recogido en uno de sus capítulos, demostrando que el mundo espiritual no entiende de humor o de miedo.

Es una escena que a cualquiera de nosotros se nos habría pasado inadvertida, con Don Ramón atendiendo su casa por primera vez y maldiciendo por todo lo que tenía que hacer y su mala vida. En un segundo  aparece una silueta, un fantasma hace acto de aparición con un mensaje prácticamente imposible de descifrar. Dura muy poco y apenas se le ve pero está ahí, solo hay que fijarse ahora que tenemos los medios para hacerlo. Cuando se grabó el capítulo es completamente normal que nadie se diese cuenta de esa aparición, y es que los fantasmas suelen ser mucho más sutiles de lo que imaginamos.



Al concentrarnos descubrimos cuál es el truco: una broma por parte del que hizo la escena. Siempre nos acaban cogiendo y aún así nos enganchan este tipo de bromas, tan bien pensadas y que nos mantienen en vilo hasta el final.
http://www.batinoticias.com/wp-content/uploads/2013/04/Captura4.jpg
  • Samuell Gallo

El Chavo del Ocho a pesar de los años sigue demostrando que tiene muchos secretos en su haber, y este es sin duda uno de los que menos nos podíamos esperar. Nada más y nada menos que un fantasma fue recogido en uno de sus capítulos, demostrando que el mundo espiritual no entiende de humor o de miedo.

Es una escena que a cualquiera de nosotros se nos habría pasado inadvertida, con Don Ramón atendiendo su casa por primera vez y maldiciendo por todo lo que tenía que hacer y su mala vida. En un segundo  aparece una silueta, un fantasma hace acto de aparición con un mensaje prácticamente imposible de descifrar. Dura muy poco y apenas se le ve pero está ahí, solo hay que fijarse ahora que tenemos los medios para hacerlo. Cuando se grabó el capítulo es completamente normal que nadie se diese cuenta de esa aparición, y es que los fantasmas suelen ser mucho más sutiles de lo que imaginamos.



Al concentrarnos descubrimos cuál es el truco: una broma por parte del que hizo la escena. Siempre nos acaban cogiendo y aún así nos enganchan este tipo de bromas, tan bien pensadas y que nos mantienen en vilo hasta el final.
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