Profesora rompe el móvil a alumno
En los últimos años se está abusando del uso de los dispositivos móviles en cualquier tipo de situación, especialmente en los colegios, una moda que está teniendo desagradables consecuencias en la enseñanza de los estudiantes. Por suerte siempre podemos encontrar justicieros que se encargan de quitar esta manía, y un ejemplo de ello nos llega de la mano de esta profesora japonesa que, ni corta ni perezosa, estampa contra el suelo el smartphone de su alumno.
La Blackberry no aguantó el impacto y quedó destrozado al golpear en el suelo, algo que no pareció afectarle en lo más mínimo a la profesora, que continúa dando la clase como si tal cosa. Eso si, sin el molesto pítido del móvil. Seguramente ningún otro alumno de esa maestra se arriesgó a tener el móvil en funcionamiento durante su clase. Queda claro que ante la oleada de smartphones en colegios e institutos es necesario sacar a pasear la mano dura. En Japón ya se han aplicado el cuento. VER VIDEO
La Blackberry no aguantó el impacto y quedó destrozado al golpear en el suelo, algo que no pareció afectarle en lo más mínimo a la profesora, que continúa dando la clase como si tal cosa. Eso si, sin el molesto pítido del móvil. Seguramente ningún otro alumno de esa maestra se arriesgó a tener el móvil en funcionamiento durante su clase. Queda claro que ante la oleada de smartphones en colegios e institutos es necesario sacar a pasear la mano dura. En Japón ya se han aplicado el cuento. VER VIDEO
- Unknown
En los últimos años se está abusando del uso de los dispositivos móviles en cualquier tipo de situación, especialmente en los colegios, una moda que está teniendo desagradables consecuencias en la enseñanza de los estudiantes. Por suerte siempre podemos encontrar justicieros que se encargan de quitar esta manía, y un ejemplo de ello nos llega de la mano de esta profesora japonesa que, ni corta ni perezosa, estampa contra el suelo el smartphone de su alumno.
La Blackberry no aguantó el impacto y quedó destrozado al golpear en el suelo, algo que no pareció afectarle en lo más mínimo a la profesora, que continúa dando la clase como si tal cosa. Eso si, sin el molesto pítido del móvil. Seguramente ningún otro alumno de esa maestra se arriesgó a tener el móvil en funcionamiento durante su clase. Queda claro que ante la oleada de smartphones en colegios e institutos es necesario sacar a pasear la mano dura. En Japón ya se han aplicado el cuento. VER VIDEO
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