El gol del expresidente del Manta quedará para la anécdota
Un hecho curioso ocurrió este fin de semana en el fútbol ecuatoriano
Jaime Estrada, quien hasta hace unos días era el presidente del Manta Fútbol Club, se estrenó en el torneo ecuatoriano con gol.
Días atrás Estrada había sido inscrito por Manta como jugador, ya que había abandonado su cargo como dirigente para intentar cumplir un sueño de niño, jugar al fútbol profesionalmente.

A sus 28 años, el ex presidente del Manta F.C. ha sido la sensación tanto a nivel local como internacional, ya que cadenas como Fox Sports, Marca.com, entre otros, ha destacado este hecho.
Y es que Estrada fue parte de las divisiones inferiores del club de sus amores, luego presidente y ahora jugador.
Estrada ingresó al cambio y anotó el cuarto gol para sellar la goleada sobre El Nacional.
El portal oficial del Club hizo la reseña de "Un sueño de un niño de barrio", en relación a este hecho.
A continuación compartimos el texto
"Alguna vez mientras laboraba detrás de su escritorio me conversaba de los muchos partidos que disputó con la camiseta del Manta Fútbol Club, de los goles que anotaba, del orgullo que provocaba en su familia y amigos; mientras transcurría su relato llegaba al punto del “adiós”, el día en que dejó las canchas por los estudios, era una cuenta pendiente.
En “pichanguitas” con los amigos siempre recordaba algo de su infancia y de su querido Manta Fútbol Club, al cual representaba orgullosamente como Presidente, pero su sonrisa no era completa, algo faltaba para que esa alegría llegara al clímax.
Se convirtió en Presidente del Manta FC a los 24 años de edad, en diciembre del 2009, guió con éxito al equipo fundado por su padre, el Ing. Jaime Estrada Bonilla, consiguiendo logros deportivos e institucionales y logrando un desarrollo estructural muy rápidamente; pero aún faltaba algo.
En esta temporada, fuera de todo pronóstico se atrevió a ir en busca de la felicidad completa, quería encontrar esa parte del rompecabezas que le hacía falta y que añoraba con tantos deseos durante mucho tiempo, su sueño era jugar en el Manta Fútbol Club en primera división y representar desde la cancha a este equipo que tantas alegrías le ha provocado; fue habilitado y desempolvó los botines; Jaime Estrada Medranda lo iba a intentar.
Era el sueño de cualquier niño de barrio, de esos muchachos que con sus zapatos de lona recorren las calles de Manta jugando “pelota” bañados en sudor, hinchas del equipo atunero que al mirarse al espejo se imaginan cubierto de esos gloriosos colores, jugando en el Jocay y sonriendo.
El 9 de marzo del 2013, luego de una concentración de 2 días, formaba parte de los 18 futbolistas convocados por el DT Edwin Cózar.
Con haber sido habilitado y poder observar el carnet de cancha con su fotografía la emoción lo desbordaba, era feliz y aún ni empezaba la sorpresa que la vida y el fútbol le tenían preparada.
Se puso la camiseta número 11, se sentó en la banca de suplentes. Recuerdo que alguna vez me dijo: “con estar en la banca ya es un sueño cumplido”, pero la fe con la que entrenó en la agotadora pretemporada y la bendición del fútbol lo iban a premiar.
El partido iba 3-0 a favor del Manta Fútbol Club, mientras Jaime calentaba con los demás integrantes de la banca de suplentes, por destellos de segundos miraba hacia la tribuna como saboreando sorbo a sorbo la más exquisita bebida que nunca quisiera que se le acabara.
El tiempo de juego marcaba el minuto 82, Edwin Cózar le dijo “haga unos alargues que va para adentro” y el público estalló de algarabía, era impresionante y hasta increíble que todos los aficionados querían verlo en acción, querían darse cuenta “si era cierto que el presi peloteaba”.
A los 84 se hizo el cambio, un momento paralizador, por los altos parlantes lo anunciaron con esa voz trillada de toda la vida en el Jocay: “Cambio en el Manta Fútbol Club, sale con el número 17 Hugo Santacruz, ingresa con el número 11 Jaime Estrada Medranda”.
Los aplausos iban y venían y Jaime ya estaba en cancha, cumpliendo su sueño, con la camiseta de su equipo, con un amor inmenso y sin hipocresías, el cariño de una persona, un aficionado, un dirigente que adora al Manta sin tapujos y sin ningún interés.
2 minutos después Cristian Márquez apilaba rivales en estas típicas corridas de este morocho volante por el costado derecho, levantó la cabeza y vio al 11 sólo en el corazón del área, le cedió la gloria, le entregó su sueño en un segundo; Jaime Estrada no la paró, no lo pensó, sólo golpeó el balón con su pie derecho y la colocó suavemente al ángulo inferior derecho de Bonard García marcando el gol de su vida.
Parecía que el Manta había ganado un título nacional, el público lo aplaudió a rabiares a Jaime, y en una de las suites del estadio su padre Jaime Estrada Bonilla soltaba ese grito apagado durante tantos años desde que lo llevaba a entrenar a la escuela de fútbol, era el gol esperado por él, un sueño que también tenía, ver a su hijo en ese momento y la vida lo premió.
Este día fue histórico en el fútbol ecuatoriano, Jaime Estrada Medranda de presidente a la cancha, debutó y marcó un gol inolvidable con la camiseta de sus amores, la celeste del Manta Fútbol Club". /www.mantafutbolclub.com
Jaime Estrada, quien hasta hace unos días era el presidente del Manta Fútbol Club, se estrenó en el torneo ecuatoriano con gol.
Días atrás Estrada había sido inscrito por Manta como jugador, ya que había abandonado su cargo como dirigente para intentar cumplir un sueño de niño, jugar al fútbol profesionalmente.
A sus 28 años, el ex presidente del Manta F.C. ha sido la sensación tanto a nivel local como internacional, ya que cadenas como Fox Sports, Marca.com, entre otros, ha destacado este hecho.
Y es que Estrada fue parte de las divisiones inferiores del club de sus amores, luego presidente y ahora jugador.
Estrada ingresó al cambio y anotó el cuarto gol para sellar la goleada sobre El Nacional.
El portal oficial del Club hizo la reseña de "Un sueño de un niño de barrio", en relación a este hecho.
A continuación compartimos el texto
"Alguna vez mientras laboraba detrás de su escritorio me conversaba de los muchos partidos que disputó con la camiseta del Manta Fútbol Club, de los goles que anotaba, del orgullo que provocaba en su familia y amigos; mientras transcurría su relato llegaba al punto del “adiós”, el día en que dejó las canchas por los estudios, era una cuenta pendiente.
En “pichanguitas” con los amigos siempre recordaba algo de su infancia y de su querido Manta Fútbol Club, al cual representaba orgullosamente como Presidente, pero su sonrisa no era completa, algo faltaba para que esa alegría llegara al clímax.
Se convirtió en Presidente del Manta FC a los 24 años de edad, en diciembre del 2009, guió con éxito al equipo fundado por su padre, el Ing. Jaime Estrada Bonilla, consiguiendo logros deportivos e institucionales y logrando un desarrollo estructural muy rápidamente; pero aún faltaba algo.
En esta temporada, fuera de todo pronóstico se atrevió a ir en busca de la felicidad completa, quería encontrar esa parte del rompecabezas que le hacía falta y que añoraba con tantos deseos durante mucho tiempo, su sueño era jugar en el Manta Fútbol Club en primera división y representar desde la cancha a este equipo que tantas alegrías le ha provocado; fue habilitado y desempolvó los botines; Jaime Estrada Medranda lo iba a intentar.
Era el sueño de cualquier niño de barrio, de esos muchachos que con sus zapatos de lona recorren las calles de Manta jugando “pelota” bañados en sudor, hinchas del equipo atunero que al mirarse al espejo se imaginan cubierto de esos gloriosos colores, jugando en el Jocay y sonriendo.
El 9 de marzo del 2013, luego de una concentración de 2 días, formaba parte de los 18 futbolistas convocados por el DT Edwin Cózar.
Con haber sido habilitado y poder observar el carnet de cancha con su fotografía la emoción lo desbordaba, era feliz y aún ni empezaba la sorpresa que la vida y el fútbol le tenían preparada.
Se puso la camiseta número 11, se sentó en la banca de suplentes. Recuerdo que alguna vez me dijo: “con estar en la banca ya es un sueño cumplido”, pero la fe con la que entrenó en la agotadora pretemporada y la bendición del fútbol lo iban a premiar.
El partido iba 3-0 a favor del Manta Fútbol Club, mientras Jaime calentaba con los demás integrantes de la banca de suplentes, por destellos de segundos miraba hacia la tribuna como saboreando sorbo a sorbo la más exquisita bebida que nunca quisiera que se le acabara.
El tiempo de juego marcaba el minuto 82, Edwin Cózar le dijo “haga unos alargues que va para adentro” y el público estalló de algarabía, era impresionante y hasta increíble que todos los aficionados querían verlo en acción, querían darse cuenta “si era cierto que el presi peloteaba”.
A los 84 se hizo el cambio, un momento paralizador, por los altos parlantes lo anunciaron con esa voz trillada de toda la vida en el Jocay: “Cambio en el Manta Fútbol Club, sale con el número 17 Hugo Santacruz, ingresa con el número 11 Jaime Estrada Medranda”.
Los aplausos iban y venían y Jaime ya estaba en cancha, cumpliendo su sueño, con la camiseta de su equipo, con un amor inmenso y sin hipocresías, el cariño de una persona, un aficionado, un dirigente que adora al Manta sin tapujos y sin ningún interés.
2 minutos después Cristian Márquez apilaba rivales en estas típicas corridas de este morocho volante por el costado derecho, levantó la cabeza y vio al 11 sólo en el corazón del área, le cedió la gloria, le entregó su sueño en un segundo; Jaime Estrada no la paró, no lo pensó, sólo golpeó el balón con su pie derecho y la colocó suavemente al ángulo inferior derecho de Bonard García marcando el gol de su vida.
Parecía que el Manta había ganado un título nacional, el público lo aplaudió a rabiares a Jaime, y en una de las suites del estadio su padre Jaime Estrada Bonilla soltaba ese grito apagado durante tantos años desde que lo llevaba a entrenar a la escuela de fútbol, era el gol esperado por él, un sueño que también tenía, ver a su hijo en ese momento y la vida lo premió.
Este día fue histórico en el fútbol ecuatoriano, Jaime Estrada Medranda de presidente a la cancha, debutó y marcó un gol inolvidable con la camiseta de sus amores, la celeste del Manta Fútbol Club". /www.mantafutbolclub.com

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Un hecho curioso ocurrió este fin de semana en el fútbol ecuatoriano
Jaime Estrada, quien hasta hace unos días era el presidente del Manta Fútbol Club, se estrenó en el torneo ecuatoriano con gol.
Días atrás Estrada había sido inscrito por Manta como jugador, ya que había abandonado su cargo como dirigente para intentar cumplir un sueño de niño, jugar al fútbol profesionalmente.
A sus 28 años, el ex presidente del Manta F.C. ha sido la sensación tanto a nivel local como internacional, ya que cadenas como Fox Sports, Marca.com, entre otros, ha destacado este hecho.
Y es que Estrada fue parte de las divisiones inferiores del club de sus amores, luego presidente y ahora jugador.
Estrada ingresó al cambio y anotó el cuarto gol para sellar la goleada sobre El Nacional.
El portal oficial del Club hizo la reseña de "Un sueño de un niño de barrio", en relación a este hecho.
A continuación compartimos el texto
"Alguna vez mientras laboraba detrás de su escritorio me conversaba de los muchos partidos que disputó con la camiseta del Manta Fútbol Club, de los goles que anotaba, del orgullo que provocaba en su familia y amigos; mientras transcurría su relato llegaba al punto del “adiós”, el día en que dejó las canchas por los estudios, era una cuenta pendiente.
En “pichanguitas” con los amigos siempre recordaba algo de su infancia y de su querido Manta Fútbol Club, al cual representaba orgullosamente como Presidente, pero su sonrisa no era completa, algo faltaba para que esa alegría llegara al clímax.
Se convirtió en Presidente del Manta FC a los 24 años de edad, en diciembre del 2009, guió con éxito al equipo fundado por su padre, el Ing. Jaime Estrada Bonilla, consiguiendo logros deportivos e institucionales y logrando un desarrollo estructural muy rápidamente; pero aún faltaba algo.
En esta temporada, fuera de todo pronóstico se atrevió a ir en busca de la felicidad completa, quería encontrar esa parte del rompecabezas que le hacía falta y que añoraba con tantos deseos durante mucho tiempo, su sueño era jugar en el Manta Fútbol Club en primera división y representar desde la cancha a este equipo que tantas alegrías le ha provocado; fue habilitado y desempolvó los botines; Jaime Estrada Medranda lo iba a intentar.
Era el sueño de cualquier niño de barrio, de esos muchachos que con sus zapatos de lona recorren las calles de Manta jugando “pelota” bañados en sudor, hinchas del equipo atunero que al mirarse al espejo se imaginan cubierto de esos gloriosos colores, jugando en el Jocay y sonriendo.
El 9 de marzo del 2013, luego de una concentración de 2 días, formaba parte de los 18 futbolistas convocados por el DT Edwin Cózar.
Con haber sido habilitado y poder observar el carnet de cancha con su fotografía la emoción lo desbordaba, era feliz y aún ni empezaba la sorpresa que la vida y el fútbol le tenían preparada.
Se puso la camiseta número 11, se sentó en la banca de suplentes. Recuerdo que alguna vez me dijo: “con estar en la banca ya es un sueño cumplido”, pero la fe con la que entrenó en la agotadora pretemporada y la bendición del fútbol lo iban a premiar.
El partido iba 3-0 a favor del Manta Fútbol Club, mientras Jaime calentaba con los demás integrantes de la banca de suplentes, por destellos de segundos miraba hacia la tribuna como saboreando sorbo a sorbo la más exquisita bebida que nunca quisiera que se le acabara.
El tiempo de juego marcaba el minuto 82, Edwin Cózar le dijo “haga unos alargues que va para adentro” y el público estalló de algarabía, era impresionante y hasta increíble que todos los aficionados querían verlo en acción, querían darse cuenta “si era cierto que el presi peloteaba”.
A los 84 se hizo el cambio, un momento paralizador, por los altos parlantes lo anunciaron con esa voz trillada de toda la vida en el Jocay: “Cambio en el Manta Fútbol Club, sale con el número 17 Hugo Santacruz, ingresa con el número 11 Jaime Estrada Medranda”.
Los aplausos iban y venían y Jaime ya estaba en cancha, cumpliendo su sueño, con la camiseta de su equipo, con un amor inmenso y sin hipocresías, el cariño de una persona, un aficionado, un dirigente que adora al Manta sin tapujos y sin ningún interés.
2 minutos después Cristian Márquez apilaba rivales en estas típicas corridas de este morocho volante por el costado derecho, levantó la cabeza y vio al 11 sólo en el corazón del área, le cedió la gloria, le entregó su sueño en un segundo; Jaime Estrada no la paró, no lo pensó, sólo golpeó el balón con su pie derecho y la colocó suavemente al ángulo inferior derecho de Bonard García marcando el gol de su vida.
Parecía que el Manta había ganado un título nacional, el público lo aplaudió a rabiares a Jaime, y en una de las suites del estadio su padre Jaime Estrada Bonilla soltaba ese grito apagado durante tantos años desde que lo llevaba a entrenar a la escuela de fútbol, era el gol esperado por él, un sueño que también tenía, ver a su hijo en ese momento y la vida lo premió.
Este día fue histórico en el fútbol ecuatoriano, Jaime Estrada Medranda de presidente a la cancha, debutó y marcó un gol inolvidable con la camiseta de sus amores, la celeste del Manta Fútbol Club". /www.mantafutbolclub.com
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